Es bueno estar con ustedes, el sentido de la vida creo que es encontrarse, nacimos para encontrarnos. Como el artista se encontró con el más bello, como María se encontró con José, cuando nos encontramos, la vida es mucho más grata. Se lo dice alguien que ha vivido casi toda su vida en soledad, pero ahora es otra soledad, es una soledad elegida, no es la soledad la fuerza del principio.
Tengo derecho a decir que la humanidad es una sola familia y la tierra es un solo país porque llevo caminando 164 países en 35 años. Como me junto hoy con ustedes, me junto con hermanos vietnamitas que trabajan en los arrozales con el agua hasta la cintura, en Biafra, en Camboya, desayuno con la Madre Teresa con Iacocca que es uno de los hombres más ricos de EE.UU, desayuno de vez en cuando con algunos amigos en Cambandú, donde he visto cosas impresionantes, que nosotros podemos solucionar en diez minutos.
Por ejemplo he visto, los sábados al medio día se juntan las madres de los hijos recién nacidos para darse valor y los maridos alrededor hacen ruido para que no se escuchen el grito de los niños porque se juntan para romper sus piernas y sus brazos, algunas madres calientan un alambre rojo para quemar los ojos de sus hijos, para que queden ciegos, así pueden pedir limosna, porque es la única manera de sobrevivir, en una sociedad que se preocupa por la última novia de Julio Iglesias o la última novia de Michael Jacsón, donde se jerarquiza más al dinero que a la bondad, donde es más noticia Madona que la maravillosa Madre Teresa que es la presencia de Jesús en estos días, es un lujo que nos damos los humanos.
He desayunado en Kuwait dónde alguna vez vi que un señor en un desayuno le regaló a la hija una Ferrari de 250 mil dólares porque cumplía 18 años y ella se enojó, porque ya sabía que yo odio este color. He desayunado con gente que alguna vez me juntaron 37 mujeres porque yo cumplía 37 años y pensaron que ahí estaba mi felicidad.
Por eso tengo derecho a decir que no hay guatemaltecos, ni mexicanos, ni hay argentinos, es solamente el miedo nos divide, somos terráqueos gracias a Dios. La más grande noticia la trajo Él, como siempre, uno solo es el padre, yo no sabía esto, mi padre tampoco lo sabía, mi padre humano no, tampoco lo sabía, para hablar mejor con mucha más propiedad, el marido de mi madre tampoco sabía esto.
Un día se olvidó que tenía 6 hijos y se fue y la dejó sola a mi madre, yo era el séptimo. Les voy a contar esta historia porque es casi como una fábula, como es la vida de cualquiera, y esto lo cuento con mucha alegría, yo estoy seguro que son todos seres humanos de fe, pero a lo mejor alguien está dudando, y sería una falta de respeto a Dios dudar. Yo les quiero mostrar desde dónde se puede salir, hasta ser un hombre libre que eso es lo que soy, no hay Presidente que cambie mi vida, no hay hembra que cambie mi vida, no hay Ministro que cambie mí vida, no existe nadie, debajo he visto todo igual, por eso soy dueño de mi vida, por eso difícilmente me vean en los medios públicos, excepto en países como el de ustedes, si podemos hablar de país, en este rincón del mundo donde la gente es muy generosa conmigo, incluso los medios, muy generosos. Que no pasa esto en mi país, para el poder he sido siempre como un enemigo en mi país, no crean nunca que nadie se hará cargo de tu vida, te tenés que hacerte cargo vos de tu vida, porque una vez y yo lo conté en el teatro y lo quiero contar.

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