Salmos, 12
2.Interviene, Señor, porque ya no hay hombres buenos ni se encuentran ya hombres leales.
3.Cada cual engaña a su prójimo, se dicen buenas palabras, pero con doblez.
4.Que el Señor arranque los labios mentirosos y la lengua que dice grandes frases.
5.Pues dicen: "Con palabras todo lo conseguiremos; si sabemos hablar, ¿quién nos va a dominar?"
6."Los pobres son despojados, gimen los humildes, ahora me levanto - dice el Señor - y prestaré socorro al que es despreciado."
7.Las palabras del Señor son palabras seguras, son como plata pura siete veces purificada en el crisol.
8.Tú, Señor, cuidarás de nosotros; protégenos por siempre de esta generación.
9.Por doquier se andan paseando los malvados y cunde el vicio entre los hijos de Adán.
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