lunes, 30 de julio de 2018

Que donde haya tristeza, yo lleve alegría...



Que donde haya tristeza, yo lleve alegría. Que donde haya oscuridad, yo lleve luz. Que donde haya odio, yo lleve AMOR. 

La oración dilecta de mi madre dice: “Señor, te pido perdón por mis pecados ante todo, por haber peregrinado tus muchos santuarios olvidando que estás presente en todas partes. En segundo lugar te pido perdón, por haber implorado tantas veces tu ayuda, olvidando que mi bienestar te preocupa más a ti que a mí. Y por último, te pido perdón, por estar aquí pidiéndote que me perdones, cuando mi corazón sabe que mis pecados, me son perdonados antes que los cometa. ¡Tanta es tu misericordia, amado Señor!”. 

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