FACUNDO CABRAL Su mejor Testimonio - 11. (Transcripción Juana Macedo)
Caminé el mundo a derecha e izquierda, arriba y abajo, lo que quieran, por eso decía 164 países caminados y estuve en la guerra de Vietnám, en Biafra, en Camboya, en la Plaza hotel de Manhattan, en todos lados, tengo el orgullo de decir, esto si te digo con orgullo, saludable, pero orgullo al fin, en este caso es un pecado, de decir que la Madre Teresa me llama colega, a mí que quería matar a mi padre, vean los cambios.
Por supuesto que desapareció el odio a mi padre sin que me diera cuenta, hace 11 años cuando yo tenía 46 años lo conocí, pasaron muchos años, hace 11 años atrás termino de cantar en la misma ciudad donde yo debuté en Mar de Plata y me estaba esperando mi padre en el Hall del Teatro, hoy es mi amigo, tiene 92 años.
No solo esto, al otro día, cuando me invitó a comer a su casa, le dije: Yo estoy muy contento de conocerte, porque debo tener un respeto y un gran amor por tí, porque Dios te junto con mi madre para que yo gozara el Nilo, el suma inca, para que yo conociera el Popol Vuh, si no hubiese nacido? para que yo caminara chicago, Ámsterdam o cruzara Pompeya o Calcuta con la Madre, pero fíjate, quiero ser honesto, mucho más que conocerte, lo que más alegría me da, es que me quedé sin enemigos, porque eras el último enemigo que me quedaba y cuando uno se queda sin enemigos, la vida créanlo es una fiesta, yo vivo de fiesta en fiesta, hoy vamos a San José y me espera gente que me ama y gente que sabe que voy porque los amo y después voy a México y es una fiesta, si desde el aeropuerto me lo dicen, desde el avión me lo están diciendo.
Usted sabe que hay aviones, que subo a un avión y me aplauden en el avión y no lo tomen como vanidad, y voy a un restaurante y me aplauden en el restaurante, ¡pero no me aplauden a mí, aplauden mi felicidad! Y esa felicidad es Él, porque no hay otra, las otras son muy pasajeras, la felicidad depende de cosas eternas, si yo soy feliz por una causa, por otra causa dejo de serlo, pero la paz se queda para siempre, es la única causa de poder vivenciar esta vida y de gozarla y de ser útil y de enfrentar los peligros que hay en esta vida, porque siempre te da una chance.
Mi padre es mi amigo. Noventa y dos años, hace un mes cumplió, mi padre conoció a Jesús por mí, él solo sabía quedarse con el dinero de la gente, de la manera que fuere, es un hombre muy rico económicamente, aprendió a hablar con la mucama, aprendió a pedir “un café por favor”, aprendió a vivir con los que no tienen, lo que él tiene. Y recién ahora se da cuenta, que todo lo que tuvo, lo tuvo a él, porque fue un esclavo cuidando esas cosas. Y ahora está en plena libertad en su vejez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario