FACUNDO CABRAL Su mejor Testimonio - 8. (Transcripción Juana Macedo)
Y un día, me di cuenta que en esos tres años, había hecho mucho más de lo que yo creía, porque en Argentina se hacía 6 años de primario (no sé cómo le llaman ustedes) y 6 años de secundario no? Y después uno entra a una carrera, es igual. Yo hice esos 3 años padre, los doce. A los 21 años y unos meses había terminado la carrera de Filosofía y Letra (aplausos…). Porque estaba todo el día en eso; si cualquiera de ustedes se mete solamente a estudiar por ejemplo a San Mateo, o a Buda si les place, o a lo que sea, será muchísimo lo que aprenderán en 3 años. Solo en eso yo vivía encerrado leyendo y con el auxilio del hombre brillante, que conocía las excelencias de la vida. Por eso decía con orgullo Freud y gente tan interesante para mi vida, hoy y tal vez para siempre. Entonces yo ya era más inteligente que la policía, me escapé fácil.
A los 2 meses y días que me escapé de la cárcel, yo ya era otra persona, ya había desaparecido el alcohol, en la cárcel aunque les parezca mentira, se puede beber, hay gente que mete el alcohol, se arreglan con la gente de ahí, le dan un peso, lo roban, siempre aparece, como la droga, lamentablemente. Cuando tuve algo en mi corazón y en mi cabeza, ya no había vació por lo tanto ya no había lugar para el alcohol. Uno bebe o necesita mucho dinero cuando está vacío por dentro, sino necesita el dinero justo. Mi madre decía: “Tomar de la mesa del Señor solo lo necesario para que no falte a nuestros hermanos lo suficiente”… y cuidado que no les está hablando alguien que sea adicto a la pobreza, porque yo soy Príncipe, soy hijo del único Rey. Es decir, no somos pobres (Aplausos)…
Y cuidado que no les está hablando alguien que sea adicto a la pobreza, porque yo soy Príncipe, soy hijo del único Rey. Es decir, no somos pobres…
Esto me lo enseñó un vagabundo y les voy a contar otra cosa que es muy rara y es muy ...(silencio), por eso los planes de Dios son magníficos, el vagabundo que yo conocí dos meses después que me escapé, también se llamaba Simón ¡fijate tú!, recuerdo perfectamente el día, porque hay gente que dice: que memoria que tengo, cómo se puede acordar el día, recuerdo yo ese día, porque ese día que sucedió esto que les voy a contar yo nací, o sea para la ley yo nací el 22 de Mayo de 1937, es una infamia. Para Dios, es decir, para la vida yo nací el 24 de Febrero de 1954, cuando se supone que tenía 17 años.
No se nace solo cuando se sale de la madre, se nace cuando uno se da cuenta, hasta que uno no se da cuenta… Hay gente que vive toda una vida y muere sin nacer, hay gente que muere a los 80 años sin haber vivido y sabes, llamarle hermano al que nació en el mismo territorio, vivir es vivir, entender que nacemos para encontrarnos, que nos gustemos o no, somos hermanos, que hay un mundo para respetarlo y dejarlo para el que vendrá, eso es vivir. Vivir a plenitud, en el puro amor, yo le veo a Dios en un gato, no tengo que encerrarme en un monasterio, esas cosas al hombre lo hacen desgraciado porque Dios sabe lo que uno necesita...
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