Hablando de amigos. Decía Jorge Guillen poeta de la luminosa generación del 27 española
"Amigos y nadie más... el resto, la selva".
Atahualpa Yupanqui decía que un amigo es uno mismo en otro cuerpo.
A mis amigos les adeudo la ternura y las palabras del aliento y el abrazo, el compartir con todos ellos la factura que nos presenta la vida, paso a paso.
A mis amigos les adeudo la paciencia de tolerarme las espinas más agudas; los arrebatos del humor, la negligencia, las vanidades, los temores y las dudas.
Un barco frágil de papel, parece a veces la amistad pero jamás puede con el la más violenta tempestad porque ese barco de papel, tiene aferrado a su timón, por capitán y timonel: un corazón.
A mis amigos les adeudo algún enfado que perturbara sin querer nuestra armonía; sabemos todos que no puede ser pecado el discutir, alguna vez, por tonterías.
A mis amigos legaré cuando me muera mi devoción en un acorde de guitarra y entre los versos olvidados de un poema, mi pobre alma incorregible de cigarra.
Un barco frágil de papel, parece a veces la amistad pero jamás puede con el la más violenta tempestad porque ese barco de papel, tiene aferrado a su timón, por capitán y timonel: un corazón.
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