ENCUENTRO CON FACUNDO CABRAL -5
Autor: Pla Ventura 14/06/200
-A diario cita usted a todos los grandes: Neruda, Borges, Miguel Angel, Arreola y otros tantos. Sin embargo nunca habla usted del Santo Padre. ¿ Por qué?
-Hable de lo que hable, siempre hablaré de Dios porque El está por encima de todo y de todos. Nadie, en el mundo, se puede equiparar al sumo Hacedor.
-¿Fue de verdad, Eva Duarte, toda esa grandeza que nos han contado sus biógrafos?
-A Evita yo le debo que mi madre haya vivido cuarenta años más, por eso la amo y le debo eterno agradecimiento, por eso, yo no puedo ser imparcial respecto a ella. Al margen de lo que digan sus biógrafos, yo adoro el recuerdo de Evita. Y te explico los motivos por los cuales digo que mi madre vivió cuarenta años más gracias a Evita. Nosotros éramos muy pobres y mi padre nos abandonó un día antes de que yo naciera. Yo nací en la banqueta. Fuimos de pueblo en pueblo, desde La Plata hasta la Patagonia, así, durante 7 años. Cuatro de mis hermanos murieron en la calle. Un día, alguien le dijo a mi madre que había llegado un presidente que se ocupaba de los pobres.. Fue entonces cuando escuché por vez primera el nombre de Juan Domingo Perón. Yo tenía 8 años y me fui a Buenos Aires en busca de Perón. Llegué en un desfile militar y pude hablar con Perón y con Evita. Les conté nuestro problema y pronto nos lo solucionaron. Mi madre, que se estaba muriendo, se salvó y se salvaron mis hermanos. Esta es la mágica historia que yo tengo de Evita, a la que nunca olvidaré.
-He leído, maestro, en torno a Evita, de todo: bueno y malo. Usted, por lo que veo, no puede tener una visión imparcial al respecto de tan singular dama.
-No soy imparcial, como te dije, es cierto. Pero Evita no era un político, era la gran humanista que conocí, a la que admiré y a la que le debo todo cuanto te he contado, que no es poco. Cierto es que, ahora que está muerta, son muchos los que se atreven a difamarla. En vida, cuando ayudó a tantos y tantos miles de pobres argentinos, nadie se atrevió a difamarla. Sin embargo, ahora, algunos desdichados quieren usar el recuerdo de Evita, como usan el del Che Guevara, el argentino más grande que ha pisado este planeta.
-Las guerras y las catástrofes del mundo, ¿son producto de las distracciones de Dios?
-Dios no se distrae nunca, él es omnipresente y misericordioso. Somos los hombres los que nos distraemos de Dios, nunca lo olvides.
-¿Sus partidarios son ricos o pobres?
-Yo canto para el mundo, para buscar justicia y regalar ilusiones. Frente a mi canción desaparecerán las ilusorias clases sociales. Yo les digo a los ricos lo mismo que a los pobres: ¡contad conmigo¡
-Usted dice que sigue soñando para que un día, el mundo sea regido por los poetas. ¿ Qué diría usted si un día le propusieran para que fuera presidente de Argentina.
-Yo soy el presidente de mi vida, que no es poco; mi patrón, mi más fiel siervo. Luego, lo tengo todo. Los poetas tienen más imaginación y más amor que los políticos, por eso, un día, terminarán gobernando el mundo. Yo le debo más a Borges que a Ménem; a Neruda que a Pinochet; a Whitman que a Nixon.
-Señor Cabral: Usted sigue vistiendo como un vaquero y actuando como un profeta. ¿ Qué siente cuando le califican como un gran artista? ¿ Rubor, acaso?
-Yo no soy artista, yo vivo con arte, como lo puede hacer cualquier mortal. No es ningún secreto.
-Antes le planteaba mi duda en torno a su personalidad. Ahora, a medida que estamos hablando tengo claro que es usted un predicador, el cual nos enseña su doctrina tan particular. ¿ Cierto?
-Digamos que soy un pastor sin rebaño. Mi madre te diría: mientras haya un solo hermano desdichado por el mundo, todos, de alguna manera, estamos benditamente condenados a ser predicadores.
-Usted ha venido dos veces al mundo: la primera cuando le alumbró su señora madre; la segunda, cuando al parecer, los médicos le dijeron que estaba usted sentenciado. ¿ Haber nacido dos veces significa amar mucho más a Dios?
-Nací más de dos veces, como le ha ocurrido a tantas gentes. Pero nunca olvides que, cada mañana, al despertarme, vuelvo a la vida, para seguir amando a Dios, por supuesto, y a todos mis hermanos del mundo.
-¿Dónde vive usted? Sí, ya lo sé, en el mundo, es cierto. Digamos, en qué lugar está usted censado.
-Mi pasaporte dice que soy argentino, pero tu y yo sabemos que sólo soy, ciudadano del mundo. El mundo, allí donde estuviere, encuentro mi casa, mi vida, mi ilusión......Es cierto que, en México me encuentro como si fuera mi casa verdadera. Los mexicanos y yo tenemos una causa común que nos une: Jesús. El mexicano es naturalmente creyente y, esa referencia misteriosa de la fe es algo que nos subyuga, a ellos como a mí.
-Hablando de México: ¿Qué fue de Luciano, aquel amigo suyo del año 1972, el que tenía la escuela para desaprender?
-Luciano, un hombre genial, se nos adelantó, se marchó hacia donde iremos todos, pero su voz sigue aquí, en lo más profundo de mi corazón. Dije una vez que no hay muerte, hay mudanza, y es cierto. Acá no muere nadie; todos los seres a los que amamos, mi caso con Luciano al que tú te referías, para mí no ha muerto puesto que, lo mejor que tuvo, su amor, lo llevo en mi corazón.
-Oscar Wilde dijo que el público es deliciosamente tolerable. Perdona cualquier cosa menos el genio. Usted que es genial, ¿ se siente perdonado?
-Nadie tiene que perdonarme de nada porque nadie me acusó, y creo que a nadie en el mundo le hice el mal, por lo menos conscientemente.
-¿Qué le dice el nombre de Estela Raval?
-Me dice lo que a todo el mundo que haya sabido amar sus canciones, que es una gran cantante con una voz deliciosa.
-Gandhi dijo que la honestidad es incompatible con amasar fortunas. ¿ Quiso decir que los ricos no son honestos?
-Yo no tengo autoridad para entrar en las valoraciones de ningún ser humano. Pero sí creo que no debe ser muy saludable tener más de lo que uno necesita.
-Whitman dijo que la literatura está llena de aromas. ¿ Qué aroma desprende su literatura, señor Cabral?
-Mi cantar huele a lluvia y, después, a viento fresco del mar.
-A mí, señor Cabral, me distrajo la vida. ¿ A usted, qué logra distraerle?
-Te podrá parecer extraño, pero me distrae la muerte porque me excita la idea de liberarme del cuerpo.
-Stendhal sentenciaba en que, las lágrimas, son la última sonrisa del amor. Si el amor es dulzura, encanto, pasión, arrebato, lujuria si se me permite.
-¿Cómo interpreta usted a Stendhal en esta frase?
-Todo es amor porque Dios es, ante todo, el amor; desde la sonrisa hasta las lágrimas y desde un volcán a una catarata.
-Hubbard decía que el arte no es una cosa, sino un camino.
¿ Quién le enseñó a usted el sendero o camino de su arte?
-JESUS me abrió la puerta para que entrara en el camino. Una vez en él, Whitman fue uno de los que me llevó de la mano por el camino del arte que es, a su vez, el corazón de la vida.
-Cervantes dijo que al bien hacer jamás le falta premio.¿ Se siente usted premiado cada día por hacer el bien o por enseñar el camino de la bondad?
-Es un premio inmenso gozar de la tranquilidad que te queda después de hacer el bien, como en el silencio que continúa a la oración en que está la respuesta de Dios.
-Decía Shakespeare que, si el hombre fuera constante sería perfecto. Usted que es constante, y tanto, ahí están las pruebas, ¿ quiere decirse que es perfecto?
-Estar en lo que uno ama es lo más cercano a la perfección. Yo, que soy imperfecto, quise buscar una forma de vida perfecta: amar todo lo que hago.
-Cada cantor es una buena noticia. ¿ Es usted la gran noticia para el mundo?
-La mejor noticia nos la trajo JESUS: Uno sólo es el padre, por lo tanto, la humanidad es una sola familia y habitamos un solo país llamado Tierra.
-¿Qué guarda usted en su rincón del alma que todavía no nos ha enseñado?
-No guardo nada para no perderme lo hermoso de cada día. Soy, esencialmente, un alma clara y nítida.
-Usted, señor Cabral, ama a la vida y no le teme a la muerte.
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