Dios habita en medio de los hombres y derrama en ellos su felicidad. Los sufrimientos que llenaron tantas vidas, las torturas de los mártires, el dolor íntimo de los pecadores arrepentidos, todo se acabó Gozo y paz que no se pueden dar en ningún lugar de la tierra, pero sí en el seno de Dios
Haz sólo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama, está bendito y condenado al éxito, que deberá llegar cuando deba. Lo que debe ser será, y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación, ni por compromiso, sino por AMOR. Entonces, habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible, sin esfuerzos, porque te mueve la fuerza natural de la vida. La que me levantó, cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija. La que me mantuvo vivo, cuando los médicos me diagnosticaban, 3 o 4 meses de vida.
Dios te puso un ser humano a cargo y ese eres tú. A ti debes hacerte libre y feliz. Después podrás compartir la vida verdadera con los demás. Recuerda a Jesús: "amarás al prójimo como a ti mismo". Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estas viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz, la felicidad es una adquisición, no algo que te llegará de afuera. Además la felicidad, no es un derecho sino un deber, porque si no eres feliz estas amargando a todo el barrio.
Si tienes cáncer o SIDA, pueden pasar dos cosas, las dos son buenas. Si te gana, te liberas del cuerpo que es tan molesto. “Tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas”. Si le ganas a esto; serás más humilde, más agradecido, por lo tanto fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente, como debe ser. FACUNDO CABRAL
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