...Dejó la escoba, se lavó las manos , siguió cantando pero muy despacito, no se peino, ni lavó los pisos, se quemó el pastel, se cambió el vestido, no leyó los diarios y cerró los libros al final de cuentas siempre es lo mismo. Apagó la radio, encendió las velas y al llegar la noche se durmió contenta. Temprano en la mañana se levantó radiante y escribió con dentrífico en el espejo del baño su nuevo apellido. Alzo la copa, la copa vacía y brindó con nadie llena de alegría, le dijo un verso, un verso de Whitman a la golondrina que pasó de prisa. Entre las cortinas se perdió bailando, intentó una mueca, terminó llorando, tuvo mucho miedo pero fue muy lindo. A las seis en punto María tuvo un niño...
Conmovedor. Me hubiese gustado escucharlo por él.
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