viernes, 29 de enero de 2016

Pobres son los que...


1 comentario:

  1. Es decir, que siempre vemos la vida de verdad, la tomamos en serio, cuando tenemos un tropezón. Mientras no haya nada que altere la rutina, somos torpes en la percepción, en la comprensión, y por tanto en la acción.
    Lo que quiere decir que el dolor, la perturbación, la alteración de la rutina, es lo que nos enseña, es nuestra enseñanza.

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