...Decía no me privó de nada, las dictaduras, la prisión, algún éxito, más de un fracaso, convivir con los Tuareg del Sahara, con los hombres azules del Marraqués, con los tarahumaras del Chiguagua, no me privó de nada. Me gusta recordarles que vale la pena vivir y vale la pena poner todo el esfuerzo para ser felices porque para eso nacimos, a pesar de tanto imbécil y corrupto y envenenador,… a pesar de toda esa lacra la vida vale la pena. Además no le crean a los que dicen por ahí, que el mundo está podrido, no le crean a estos fatalistas que viven solamente de la enfermedad.
Yo les aseguro, por la experiencia en el mundo y por los años vividos, que el bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que construyen la vida. El bien se alimenta de sí mismo, el mal se destruye así mismo, el tumor te mata, pero muere contigo y no siempre te mata. No siempre te mata a veces te despierta.
Teresa ese es el orgullo de mi corazón, la querida, la inmensa madre Teresa que me honró con su amistad, la verdad última, la verdad final, damos vueltas porque somos jodidos, ella decía: si para Dios siempre somos niños, la vida es un juego y la mejor manera de jugarlo es el amor. Por eso, Agustín nos dejó dicho “ama y después haz lo que quieras”, por eso nos podemos liberar ya mismo de tres palabras que solo Dios ha de pronunciarlas, como: compromiso, responsabilidad y deber, no sirven para nada, las cosas se hacen por amor o no sirven…
Me gusta decir, debo decir, tengo derecho a decir…
“Yo vengo de todo el mundo, vengo de toda la gente, de la magia del pasado y la furia del presente, yo vengo de la alegría, yo vengo de la libertad, del hijo del carpintero y del padre de la mar.
Mi corazón cristiano suenan voces musulmanas, hay budistas y judíos en mi sangre y en mi alma, mi sombrero es cordobés y mis botas son texanas y mi guitarra es japonesa y mi canción es pampeana
(Acá hay una pequeña mentira mis botas no son tejanas pero era lo único que me rimaba con pampeana…)
Como no tengo una mujer vivo con todas, como no tengo una casa vivo en el mundo, no tengo que preocuparme por los pobres, porque para eso está la Iglesia, ni preocuparme por los ricos porque para eso está el gobierno, nadie me obliga a ir de compras o de vacaciones, no tengo que estar atento ni a la bolsa de Hong Kong, ni a la moda de París, lo que quiere decir que encontré el secreto: “tener menos para tenerme más”… ¡Si Señor!
Me gustan los que escuchan y me gustan los que cantan y de tanto andar conmigo, me gusta lo que me pasa, me pasan cosas como estas, pero no tiene importancia, andar contándole a todos, todas las cosas que pasan, porque uno no vive solo y lo que a uno le pasa le está sucediendo al mundo, única razón y causa. Porque todo es tan perfecto, porque perfecto es Dios, que se mueve alguna estrella cuando arranca una flor.
Al filo de la cordillera yo conocí a un anciano que a falta de inteligencia se le dio por ser muy sabio, le pregunte por el diablo una noche al lindo viejo y ahí mismo lo conocí cuando me alcanzó un espejo.
Desde nacer al revés yo siempre he sido rebelde por eso no creo en nadie con estrellas en la frente, la muerte me está siguiendo desde el día en que nací, pero va a costarle mucho interrumpir mi vivir. La vida es un misterio, una permanente intriga, en aprender a vivir se nos va toda la vida. Nunca esperé que mi vida me la resuelva el estado, porque me devuelve menos de lo que me ha quitado” …
Todo lo que te sucede, pasa por mi corazón, vos y yo somos lo mismo, todas las cosas son Dios… unas veces estuve cerca y otras veces me perdí, no es casual que me suceda, lo que te sucede a ti…
Me canto y me celebro, me celebro y me canto y si me canto y me celebro me celebro y te canto y si me canto y me celebro te celebro y te canto, porque cada átomo que me pertenece te pertenece, porque cada átomo que te pertenece me pertenece porque vos y yo somos la misma cosa.
Yo le dije al líder que Dios es mi único jefe, yo le dije al pobre lo mismo que le dije al rico, cuenta conmigo.
Para arriba y para abajo caminé por tu país, bella tierra y bella gente con la que yo soy feliz, te traigo buenas noticias por eso vengo a tu pueblo. Dios espera que en la tierra los hombres nos encontremos…Sí Señor.
En la India dicen que una canción vale por dos oraciones, cantar es una manera de orar, libre de todo dogma y a mí me gusta decir que un cantor vale por dos sacerdotes. Si y a este lo confirma la alegría del cantor, porque la alegría es el punto más alto de la fe. Nada alegra al Padre tanto como la alegría del hijo, nunca entendí la fe sin la alegría, nunca entendí el castigo ni la culpa.
No se me ocurre pensar que el rey del universo se va a demorar en juzgar a Facundo Cabral o a José Fernández. No hay culpa, la única que te condena es la conciencia, pero no hay culpa.
“…No le tengas miedo a la soledad que solo por ella te conocerás, cruza sin temores por la oscuridad, después de la noche amanecerá…
Vayas donde vayas siempre es tu país, vive tu presente y serás feliz, anda tranquilo sin preocuparte Dios va contigo a todas partes…”
Canta, canta, canta, canta tu canción, no hay mejor amigo para el corazón… sueña, sueña, sueña, no dejes de soñar, el sueño del presente será tu realidad… vuela, vuela, vuela, no dejes de volar que tu sueño decida donde quieres llegar…
Anda tranquilo sin preocuparte Dios va contigo a todas partes…” Sí Señor.
Cuando los enamorados entran al bosque, las mariposas no se alteran porque saben que los enamorados no cazan mariposas
Por eso no me importa tu fusil ni el cañón del enemigo, los males no significan ni un bien en ningún sentido.
No sé leer ni se escribir, pero atención yo sé de mí, yo sé de mí, y también yo sé que más pedir.
Yo no vendo, yo no compro, yo no cambio, yo no presto, yo no escondo y por eso soy feliz.
El hombre no sabe nada solo el tiempo es testigo, el hombre solo camina, el tiempo es el camino. Nunca pensé a donde voy, pero atención sé dónde estoy, se dónde estoy, conozco el sol y una canción, yo no vendo, yo no compro, yo no cambio, yo no presto, yo no escondo y por eso soy feliz.
Para mí ya no hay rebaño por lo tanto no hay pastor, no se sumar no se restar pero atención conozco el mar, y a una mujer conozco para que más.
Yo no vendo, yo no compro, yo no cambio, yo no presto, yo no escondo y por eso soy feliz.
Esta fue la primera… espero acordarme
…los años son increíbles, canté millones de veces esta canción y hay veces me olvido la letra en la mitad, voy a tener que reconocer que ya estoy viejo…, fue la primera esta, la quiero tanto…
Fue esa noche, la noche que supe que era príncipe, sentí por primera vez que estaba en medio de la vida y dije: caramba estoy naciendo, por fin y me escribí, sin sospechar que este iba a ser mí oficio. Me escribí mi canción de cuna porque esta fue y es mi canción de cuna.
Y me pasan cosas maravillosas con esta canción, es increíble vas a Estambul y te la cantan en turco, vas a Francia y la cantan en francés y todo el tiempo me encuentro con gente que me dice yo crié a mi niño con su canción de cuna, es de 1954,
La primera vez que sentí que esta canción era muy fuerte, porque las canciones no son de uno, pasan por uno no sabes cómo es eso, estás sentado y se sienta al lado la canción. Yo escribo todos los días pero siempre escribo pensando en la literatura, escribo libros fundamentalmente, nunca me senté a escribir una canción, siempre viene sola, la mayoría las improviso encima de un escenario y después uno la va recordando y corrigiendo. Esta canción fue igual.
Es la primera vez que supe, iba en un vuelo de la ciudad de México a Guadalajara que es un vuelo corto, 45 a 50 minutos y subió una señora con un niño como de 2 años, y al niño le caí simpático y vino todo el viaje jugando conmigo, cuando llegamos al aeropuerto de Guadalajara, la señora me dijo señor Cabral ese niño que venía jugando con usted es mi hijo, …ah mucho gusto… Sabe cómo se llama?, -no señora- Facundo. Y carajo yo me preocupé primero porque uno anduvo por tantos lados, claro y no sabes, aunque uno ha sido cuidadoso pero nunca sabés cómo es esto, pero además yo me acordaría de su cara, uno nunca se olvida la cara de una mujer que amaste, porque en ese momento aunque sea puro sexo, en ese momento la amás y ella te ama, carajo es tan fuerte el sexo pero te ama de verdad, después viene otra historia, pero en ese momento…
Si yo no conocía a esa mujer entonces me tranquilice, y le dije a ella: ¿a qué debo el honor señora de que usted le puso a su hijo mi nombre?, fue la primera vez que me pasó. Me dijo porque yo iba a abortar, pero apareció usted la noche anterior al aborto, apareció usted en un programa con Verónica Castro y le escuché hablar del mundo, del privilegio de estar en este mundo y me dije como le voy a hacer perder esta fiesta a mi hijo y decidí que naciera y por eso le puse su nombre. Y pensé: ¡caramba ahora sé por qué canto!.
Cantas para devolver parte de la vida que te dieron, cantas para despertar el fervor por la vida, cantas para contagiar la felicidad de estar vivo, la circunstancia que fuere. Hasta en prisión estás vivo y si estás vivo siempre es la gran posibilidad, si estás vivo están todas las posibilidades siempre.
Yo jamás pensé que iba a reconciliarme con mi padre, mira lo que es el mundo, la vida la chance que te da. Cuando yo ya andaba caminando por el mundo, un día mi madre me dijo: “Vos que andas por todas partes, un día te vas a encontrar con tu padre”, y me congelé, porque nunca lo había pensado. Yo nunca quería ver a mi padre, lo odiaba, y por él odiaba a cualquier cosa que se pareciera a una familia. Es más de hecho nunca fui socio de nada, de ningún club, ni mutual, ni nada, me obligan a un pasaporte, sino ni eso tendría, y me congelé cuando me dijo eso, lo pensé. Y saben que me dijo ella: “Si un día te encontrás con tu padre, no cometas el error de juzgarlo, recordad el mandamiento: Honrarás al padre y a la madre y pensá que ese hombre que vas a tener adelante, es el hombre que más amó, más ama y amará tu madre, entonces lo que corresponde es que le des un abrazo y las gracias porque por él estas en este mundo y yo pensé: que extraordinario el amor que generoso… esa mujer abandonada por ese hombre y no lo odiaba y jamás me habló mal de él.
Y pasó un tiempo y cuando yo tenía 46 años terminé de cantar en la ciudad del Mar de Plata, en la Argentina, salgo del teatro y estaba mi padre ahí en el hall, lo conocí enseguida porque era igual a una foto que mi madre guardó toda su vida, que tenía ahí en su mesa y la única diferencia era que tenía el pelo blanco y nos dimos un gran abrazo y me sentí más liviano que nunca. Y dije caramba…era el último enemigo que me quedaba y no se imaginan la felicidad que es vivir sin enemigos.
Esta fue mi canción de cuna:
¡No crezca mi niño no crezca jamás, los grandes al mundo le hacen mucho mal, el hombre ambiciona cada día más y pierde el camino por querer volar… Vuele bajo porque abajo esta la verdad, esto es algo que los hombres no aprenden jamás.
Por correr el hombre no puede pensar, que ni el mismo sabe para dónde va… siga siendo niño y en paz dormirá, sin guerras ni máquinas de calcular… Vuele bajo porque abajo esta la verdad, esto es algo que los hombres no aprenden jamás!...
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