DE LA COMIDA Y LA BEBIDA
Un anciano pidió:
- “Al Mustafá, háblenos de la comida y la bebida”.
Y Al Mustafá dijo:
- “Ojalá pudieran vivir la fragancia de la tierra, ser como las plantas alimentados por la luz.
Pero ya que deben matar para comer, y arrancarle al recién nacido la leche para saciar tu sed, hagan que éstos sean actos de adoración.
Que vuestra mesa sea un altar donde se sacrifican los puros y los inocentes del bosque, la pradera y el mar en aras de lo más puro y más inocente del hombre.
Cuando maten a un animal, digan a su corazón:
«Por el mismo poder que sacrifica seré sacrificado; como consumo, seré consumido. Como me alimento, alimentaré. Díganle al animal: La misma ley que te puso en mis manos me pondrá en manos más poderosas. Tanto tu sangre como la mía son la savia que alimenta al árbol del cielo.
Y cuando muerdan una manzana, díganle en vuestro corazón: tus semillas habitarán mi cuerpo.
Las llamas de tu mañana florecerán en mi corazón y tu fragancia será mi aliento. Es decir que juntos gozaremos las estaciones de la eternidad.
Y cuando coseches las uvas de vuestras viñas, díganle en vuestro corazón: también yo soy una viña, entonces mi fruto será vino que guardará denodres eternos. Y cuando beban el vino, cántenle para que en ese momento viva del recuerdo de la viña y del lagar.”
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