lunes, 3 de noviembre de 2014

Facundo Cabral en Quito Ecuador -4- (2004) Transcripción Juana Macedo

 Facundo Cabral en Quito Ecuador -4-  (2004) 
Transcripción Juana Macedo

Decía mi madre: “Si los malos supieran que buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio”.

No saben que alegría cantar aquí, cada vez que llego me acuerdo enseguida del general y más ahora que es inevitable, recordarlo tan ligada a él Manuela. (aplausos)

Hace bastantes años, totalmente conmovido como ustedes con ese hombre extraordinario, tratando de imaginar, qué habían hablado en aquel encuentro en Guayaquil con nuestro San Martin que es vuestro. 

Ah hace muchos años, Dios quiera que me acuerde de esta canción, la amaba, se me fue desdibujando pero Dios quiere que me acuerde, porque está escrito para la bien amada.

"He visto abrir su ventana y el silencio terminó, la he visto salir contenta en busca de su canción.

Con la vida bajo el brazo, sobre los hombros la voz, fue hermoso ver en sus ojos, todo el esplendor de Dios

América sí señor, hoy se levanta antes que el sol, todos se han puesto a cantar, en américa del sur, que es el modo de vivir, de los hombres y la luz.

Buen día américa, américa, buen día américa, américa del Sur".

¡Maravillas que abarcan desde el aire hasta la mano franca de un amigo, porque esos son los puntos cardinales de América del Sur.

América muchacha, prefiero el peligro de quererte a esperar de rodillas a la suerte, si después de la vida se renace, aun me queda la esperanza de la muerte!

"Qué lindo es verla despierta, después de tanto dormir, su pelo lleno de estrellas, es cordillera feliz. Sus manos llenas de fango, amasan el nuevo pan, fango con soplo divino, del que saldrá el nuevo Adán.

América sí señor, hoy se levanta antes que el sol, todos se han puesto a cantar, en américa del sur, que es el modo de vivir, de los hombres y la luz.

Buen día américa, américa, buen día américa, américa del Sur". 

"Un pequeño templo, en un pequeño pueblo, una casa blanca en la montaña verde, aquella muchacha de Valparaíso, la gente que sueña donde Tulancingo, el pan que acompaña al sagrado vino, la fe que me lleva de Toronto a Quito, la nieve en Chicago donde juega el niño, que le enseña al hombre lo que se ha perdido.

El fuego de Bolivar, el mar de las Antillas, las mujeres de Cali, la magia de Bolivia, eso es América mi amor.

El sur de la milonga donde el cantor estalla, el viejo Buenos Aires donde soñaba Borges, el verso más sencillo donde Martí crecía y la pasión sublime de Zapata y de Villa. La luna en la ventana y María en mis brazos, el tiempo enamorado y quieto en Guanajuato, las noches de Bahía y de Quetzaltenango, la paz de Costa Rica y el canto que les canto, el Páramo de Rulfo, el Macondo de Márquez, el Perú de Chabuca, el Nueva York de nadie, eso es América mi amor" ¡Sí Señor!. (Aplausos)

Mi abuela amaba esta canción tanto como yo, es más, no quiero ser injusto, pero es mi canción dilecta. Si me dijeran cuando ya me vaya para el otro lado que no puedo entrar más que con una canción, yo llevaría esta. Porque yo escribí esta canción una mañana de febrero de 1968 y a la noche como si fuera poco, Dios me regaló la otra que la voy a cantar al final, en el mismo día.

"Yo no sé quién va más lejos, la montaña o el cangrejo, pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo.

Quien sabe que el apoyarse es mejor que el deslizarse, pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo. 

Más que el oro es la pobreza lo más caro es la existencia, (A ver el coro por favor) pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo. (Canta la gente) bello. 

Solamente lo barato se compra con el dinero, pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo. (Si hay patrones en el teatro que canten también por favor -aplausos- porque esta canción es como un exorcismo). 

Lo importante no es el precio sino el valor de las cosas pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo. (Yo me doy cuenta cuando en la sala hay patrones porque el coro tiene más peso, como más autoridad).

Dominar es su manera y así nadie se libera, pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo.

Que me importa ganar diez si se contar hasta seis, pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo, laralaralala

Aprende del agua, (Ah como me gusta este texto, les podría asegurar, que estoy esperando todo el día llegar al teatro para decir esto, es como que ante todo me lo estoy diciendo a mí, no quiero olvidarme de esto:
“Aprende del agua que es humilde y generosa con cualquiera, aprende del agua que toma la forma de lo que la abriga. En el mar es ancha, angosta y rápida en el río, apretada en la copa, sin embargo siendo blanda horada la piedra dura.

Aprende del agua que por graciosa se te escurre entre los dedos, tan graciosa como la espiga, que se somete a los caprichos del viento y se dobla hasta tocar con su punta la tierra, pero pasado el viento, la espiga recupera su erguida postura, mientras el roble que por duro no se doblega es quebrado por el viento.

Se blando como el agua, para que el Señor pueda moverte graciosamente en cumplimiento de tu destino y serás eterno como él, porque solo el que se deja trascender por lo trascendental será trascendente, por eso:

Pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo.

El único pobre es el que no vive y no vive el que está distraído de Dios Padre que es rico" ¡Si Señor! (continúa 5…)

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