lunes, 2 de marzo de 2015

Juan 15.1-10



San Juan, 15
1.«Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.

2.Toda rama que no da fruto en mí, la corta. Y toda rama que da fruto, la limpia para que dé más fruto.

3.Ustedes ya están limpios gracias a la palabra que les he anunciado,

4.pero permanezcan en mí como yo en ustedes. Una rama no puede producir fruto por sí misma si no permanece unida a la vid; tampoco ustedes pueden producir fruto si no permanecen en mí.

5.Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, pero sin mí, no pueden hacer nada.

6.El que no permanece en mí lo tiran y se seca; como a las ramas, que las amontonan, se echan al fuego y se queman.

7.Mientras ustedes permanezcan en mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán.

8.Mi Padre es glorificado cuando ustedes producen abundantes frutos: entonces pasan a ser discípulos míos.

9.Como el Padre me amó, así también los he amado yo: permanezcan en mi amor.

10.Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

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