-Si alguien se acerca a ti con un regalo y tú no lo aceptas, A quién pertenece el regalo? -preguntó el Samurai.
-A quien intentó entregarlo -respondió uno de los discípulos.
-Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos -dijo el maestro.
-Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.
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