Usted sabe que hay aviones, que subo a un avión y me aplauden en el avión y no lo tomen como vanidad, y voy a un restaurant y me aplauden en el restaurant, ¡pero no me aplauden a mí, aplauden mi felicidad! Y esa felicidad es Él, porque no hay otra, las otras son muy pasajeras, la felicidad depende de cosas eternas, si yo soy feliz por una causa, por otra causa dejo de serlo, pero la paz se queda para siempre, es la única causa de poder vivenciar esta vida y de gozarla y de ser útil y de enfrentar los peligros que hay en esta vida, porque siempre te da una chance.
Mi padre es mi amigo. Noventa y dos años, hace un mes cumplió, mi padre conoció a Jesús por mí, él solo sabía quedarse con el dinero de la gente, de la manera que fuere, es un hombre muy rico económicamente, aprendió a hablar con la mucama, aprendió a pedir “un café por favor”, aprendió a vivir con los que no tienen, lo que él tiene. Y recién ahora se da cuenta, que todo lo que tuvo, lo tuvo a él, porque fue un esclavo cuidando esas cosas. Y ahora está en plena libertad en su vejez.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario