Facundo Cabral entrevista de Jaime Bayly -4
(Transcripción Juana Macedo)
-¿Y dónde vives tú, dónde está tu casa?
En ningún lado, yo siempre estoy en movimiento.
-¿No tienes una casa?
No, no tengo, nunca tuve una tarjeta de crédito, cuidado esto no es una oda ni estoy aplaudiendo mi humildad, no es así, no tengo porque no me gusta cuidar cosas, no porque esté a favor de una vida monástica. Esto, tengo otro como este pantalón y otra como esta para cuando me lavan en el hotel este para cambiarme y ropa interior, que no sé cómo le llaman ustedes, un solo par de zapatos que esto es 2 o 3 años cuando estaba muy roto compro otro igual y este lo tiro.
-¿Y esta es toda la ropa que tienes?
Cuando termino de leer un libro lo dejo en un hotel, o se lo regalo a alguien y hoy cambié un maletín donde llevo los papeles que quedo en este hotel y me llevo el otro.
-¿No tienes un auto?
No tengo nada.
-¿Un televisor?
No cuando voy a Buenos Aires vivo en un hotel por ejemplo, no quiero tener.
-¿O sea siempre estás en un hotel Facundo, en un avión o en un hotel?
Siempre, siempre yo no sé lo que es una casa, honestamente si alguien me dijera Cabral qué opinas de una casa? Le diría, perdóname cámbiame de pregunta, yo no sé de qué se trata eso.
Nunca viví en una casa, una vez estuve un ratito en un lugar, un ratito, algunos días, algunas semanas pero no soy de vivir en una casa.
-Ahí estamos llegando a un punto que yo quería conversar contigo, tú has escrito que si no consumes eres más libre ¿Por qué crees eso?
Claro, tener menos es tenerse más, yo no tengo esto, esto me tiene, Coltázar decía: cuando te regalan un reloj, no están regalando un reloj a un hombre, están regalando un hombre al reloj, si yo tengo que cuidar esta mesa no puedo andar por el África, o tengo que volver antes. Si alguien me está esperando, por eso yo entiendo que mucha gente no entienda mi vida porque es tan atípica, como yo no entiendo la vida de la mayoría, cuidado.
Creo que la frase exacta es esa tener menos para tenerse más, yo tengo mucho respeto por este ser que Dios me puso a cargo, entonces si tengo que cuidar cosas no puedo. Un día me regalaron tres discos de oro y dos de platino juntos, porque yo nunca pude llevar una grabadora, yo jamás tuve una grabadora, hago yo mis discos, por ahí cuando ya no los quiero más se los doy a un sello grande y ellos lo distribuyen por el mundo y tengo, hasta hace 3 años creo que eran 150 long play en el mundo, hasta hace 3 años y dije: que hago.
Me invitaron un día hicieron una fiesta, yo fui a buscar mi disco de oro, no, eran 3 discos de oro y 2 de platino, había vendido mucho, lo que vendo en cada país, un poco en cada es una cifra muy gruesa y cuando salgo de la fiesta tomo un taxi, eso fue en Buenos Aires, tomo un taxi:
- Ah Facundo que gusto de verte, te agradezco porque mi madre se murió feliz oyéndote, se murió de la risa con las historias de tu pueblo, mi pueblo es muy singular y que esto y que el otro y que llevas ahí, yo llevaba, te imaginas.
Y ¿Cómo es un disco de oro? Se detuvo en la esquina, se bajó, los empezó a mirar, si lo viera mi mujer, y ¿esto qué es? Un disco de platino, ah, esto te lo dan cuando vendiste tanta cantidad y esto cuando vendiste más de tanta cantidad.
¡Mi Dios! ¿Y dónde lo vas a poner?
¡Caramba, que buena pregunta!,
Llegamos al hotel y le dije: llévatelo y se quedó no lo podía creer.
Dos años después por cosas de la vida, me cruzo con el mismo chofer de taxi, que es muy difícil en una ciudad y me dice:
Por favor, a quince minutos está mi casa y me llevó a su casa para mostrarme que los tenía en una pared, casi un santuario, nunca lo guarde.
-¿Y tienes una mujer, tienes una amante, por ahí has escrito que como no tienes una mujer, eres amigo de todas, o algo así es verdad?
No soy un hombre de pareja, no yo soy absolutamente infiel, yo no sé que va a pasar mañana conmigo, ni con ella.
-¿Te gusta tener aventuras con mujeres?
Sí, pero soy solitario, me gusta… en ese aspecto soy muy egoísta, yo vivo en mi cuarto, pongo mis papeles en el mismo lugar, a pesar de la facha mía, soy un tipo muy ordenado, convivo todo en la calle, pero el cuarto del hotel para mí es como que me metiera en un monasterio, es mi capilla.
¿Y cuál es hotel dónde has sido más feliz, o cuál es el hotel que más amas?
Bueno los Quinta Real de Méjico, si los amo, yo ya estoy feliz pensando que voy a estar el 6, creo que el 6 de noviembre vuelvo, porque damos otra vuelta, vuelvo al Quinta Real de Guadalajara y yo llego ahí como quien llega a una fiesta, porque vivo en un ámbito que si yo me quedara en algún lugar, tendría ese ámbito, entonces me gusta ir allí, tanto que hasta dejo papeles, yo tengo pilas de papeles que deben ser tres, cuatro libros allí. Me gusta la gente que trabaja allí, me gustan los sillones de ahí, la tranquilidad de ahí, me gusta, amo a Guadalajara para mí es la capital, Méjico fue muy importante en mi vida. (Continúa 5…)
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