Salmos, 62
2.En Dios sólo descansa el alma mía, de él espero mi salvación.
3.Sólo él es mi roca y mi salvador, si es mi fortaleza, no he de vacilar.
4.¿Hasta cuándo se lanzan todos contra uno, para juntos demolerlo como se echa abajo un muro, como se derriba una cerca?
5.Todos sus proyectos son sólo engaños, su placer es mentir; con lo falso en la boca ellos bendicen, y en su interior maldicen.
6.Sólo en Dios tendrás tu descanso, alma mía, pues de él me viene mi esperanza.
7.Sólo él es mi roca y mi salvador, si es mi fortaleza, no he de vacilar.
8.En Dios están mi salvación y mi gloria, él es mi roca y mi fuerza, en él me abrigo.
9.Pueblo mío, confíen siempre en él, abran su corazón delante de él, Dios es nuestro refugio.
10.El vulgo no es más que una pelusa, y de los de arriba no se puede fiar. Si en la balanza se pusieran todos, ni un soplo pesarían
11.No vayan a contar con la violencia ni se hagan ilusiones con la rapiña; el corazón no apeguen a las riquezas cuando se acrecientan.
12.Una vez Dios habló, dos cosas yo entendí: Que de Dios es la fuerza, y tuya es, oh Señor, también la gracia. Que eres tú quien retribuye a cada cual según sus obras.
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