Érase un niño que cada mañana de la vida salía a caminar por las calles del mundo para convertirse en lo primero que veía, es decir que por el mar era el mar y por la montaña, la montaña, hasta que una noche, por una mujer, se convirtió en un hombre que cada mañana de la vida sale a caminar por las calles del mundo para convertirse en lo primero que ve, principalmente un niño. F.C.
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