Cuando uno se da cuenta, descubre que el observador, el que está mirando, es lo mismo que lo que observa entonces se puede hablar de paz. Pues la división y su conflicto han cesado. Y esa paz es la paz del mundo, porque afecta a todos. Es decir, mi paz no es mía es la paz de todos; y lo mismo sucede con la violencia, la guerra, no es de uno, es de toda humanidad.
Cuando uno se da cuenta, descubre que el observador, el que está mirando, es lo mismo que lo que observa entonces se puede hablar de paz. Pues la división y su conflicto han cesado. Y esa paz es la paz del mundo, porque afecta a todos. Es decir, mi paz no es mía es la paz de todos; y lo mismo sucede con la violencia, la guerra, no es de uno, es de toda humanidad.
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