UNA LECCIÓN QUE NUNCA OLVIDARÁ.
Humillan a una joven racista que insultaba a negros en Twitter
Una joven llamada Kelsey Reynolds ha sido humillada por Facebook por haber escrito mensajes racistas contra los negros.
El racismo, por desgracia, sigue existiendo en el mundo actualmente, incluso podría decirse que cada vez más. Esta chica estadounidense no tiene problemas en mostrarlo públicamente en Facebook, aunque esta vez le salió mal la jugada y recibió una humillante lección que, quizá, le haya quitado las ganas de volver a escribir algo similar.
Su nombre es Kelsey Reynolds y utilizaba su cuenta de Twitter para escribir cosas como "jamás tendré sexo con un negro", o que "creo que los negros son tontos, que vuelvan a la jungla". Pero, cuando desató las risas en la red fue cuando adjuntó una imagen de su cuerpo queriendo decir que solo los de su color de piel podían tener sexo con ella. "Lo siento negros, solo los blancos pueden hacerse cargo de esto", sentenció.
Un afroamericano no dudó en contestarle con mucha educación que "en nombre de los negros afirmo que todos apoyamos de corazón tu decisión". Tras esté 'zás', llegó el de un hombre blanco que también "en nombre de los blancos, admiramos de verdad tu refinamiento. A pesar de eso, declinamos tu ofrecimiento y esperamos que los mejicanos se hagan cargo de esto, por bien del equipo".
Las risas no quedaron ahí e intervino un mejicano diciendo que mejor que lo hiciera un asiático, así que no dudó en entrar un joven con estos rasgos para decirle que "en nombre de la cultura asiática, declinamos este generoso acto. Así como practicamos la aritmética, tocar el piano, las artes ninja voladoras, puede que los musulmanes tengan la respuesta que buscas".
Pero, sin duda, la respuesta que debió dejar a Kelsey Reynolds con la cara en blanco fue la de un musulmán que también declinó la oferta porque "no comemos cerdo". Claro y conciso, seguramente se le hayan quitado las ganas de seguir con su racismo.
Los racistas son como las personas que viven en aldeas, pequeños pueblos, en caseríos en el campo, que cuando van a una gran ciudad no saben ni pueden digerir todo lo que ven allí. Pues no están acostumbrados a ver la infinita variedad en el vestir, en el corte de pelo, en el color de la piel, en la manera de caminar y relacionarse con los demás.
ResponderBorrarAl no comprenderlo, se ponen agresivos, crueles, y atacan a los que ellos encuentran diferentes. Sin darse cuenta que la diferencia está tanto en él, como en los demás. Y esa es la ilusión del pensamiento, por el que inventa el ‘yo’ y el ‘tú’, el ‘nosotros’ y el ‘ellos’; cuando nada de eso existe.
Pero es más profundo, en el fondo, en la raíz, está el miedo a perder lo que creemos que es sólo nuestro; que los otros no tienen ningún derecho.
Muy buena lección. Ojalá la aprenda.
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